martes, 25 de junio de 2013

TEXTO DESCRIPTIVO por Daniel Azcárate

Una birzna de hierba, que se alza entre millones, bosteza acariciada por el Sol de un nuevo amanecer. El delicado rocío que adorna su superficie verde esmeralda resbala delicadamente hasta la tierna, fértil, y que absorbe delicadamente esa pequeña obra de arte de la condensación.
Con el nuevo día viene una suave brisa, refrescante, que pasa por los campos acariciando toda la creación, despertando a todo ser. La hierba se mece suavemente con ella, hermosa, como una alfombra que cubre las colinas de una manera singular y perfecta.
Y, allí, bajo la colina, una puerta muestra un acceso a sus entrañas, una puerta pequeña, redonda, verde como los campos con detallers dorados de Sol. A los pies de la pequeña entrada, un escalón, seguido de otro, ambos de una piedra basta, pero naturalmente hermosa. Dejan paso a un pequeño camino adoquinado con bellas flores y hermosas hortalizas, floreciendo en la tierras colindantes, hasta llegar a una valle bien pintada, artesanal, con un encanto que solo un objeto de madera puede tener..., ese olor.
Centenares de estas pequeñas viviendas se extienden por las colinas, o mejor dicho, bajo ellas. En perfecta armonía.
Una brisa vuelve a pasar y tras esto se aleja del lugar, llevándose paz y "el amor por las cosas que crecen", tan característico de un lugar tan especial como este.
El viento deja este lugar, pero volverá mañana. La Tierra Media, cuaderno del Oeste, La Comarca, Hobbitown, Bolsón Cerrado, Bolsón de Tirada".

DANIEL AZCÁRATE
CURSO DE ACCESO A GRADO SUPERIOR

martes, 16 de abril de 2013

PEQUEÑO PERO A LA VEZ MÁGICO por Ariadna Martínez Ramírez

Nos adentramos en un espacio muy reducido y a la vez mágico y poderoso.
Empezaremos hablando de su interior. Posee un núcleo acompañado de orgánulos y un líquido, llamado citoplasma, que les permite flotar. Estos tres elementos, junto con su envoltorio de protección, la membrana, forman una minúscula unidad microscópica, llamada célula. Estas se unen en grupos formando unidades masculinas, espermatozoides, y unidades femeninas, óvulos. Al unirse ambos combinan contraseñas y claves para conseguir despertar al reloj biológico con el fin de alcanzar la reproducción.
Cuando los dos se unen, crean una nueva célula que pasa nueve meses dividiéndose en millones de células más, y, así, van formando ojos, corazón, pulmones, manos; en definitiva, un nuevo cuerpo humano. Al finalizar el ciclo de nueve meses, el nuevo ser humano, está dispuesto a salir de su nido, el cual le ha dado cobijo durante ese tiempo, al exterior, donde estará otro ser mayor femenino con los brazos abiertos para criarlo y hacerle descubrir lo que es la vida.
Esta criatura sale al exterior, ante muchas más personas, todas y cada una de ellas de una manera distinta: altos, bajos, gordos, flacos, morenos, rubios, negros, blancos, enfermos, sanos... Al salir de allí él tan solo será uno más, ya que en esa ciudad habrán nacido cientos de niños ese mismo día; en ese país, millones más, y, en la otra punta del mundo, como puede ser África, cientos de millones más.
¿Cómo de una cosa tan pequeña, la célula, puede salir algo tan grande..., la vida? Pequeño, pero a la vez mágico.

ARIADNA MARTÍNEZ RAMÍREZ
CURSO DE ACCESO A GRADO SUPERIOR

LA BICICLETA Y YO por Júlia Royuela Daura

Si me preguntáis cómo he aprendido a montar en bicicleta, tengo que responder que ha sido el resultado de un largo proceso, puesto que he ido montada sobre ruedas desde que nací.
El primer paso práctico fue el cochecito. En él me llevaba mi madre a los pocos días de edad. En aquellos primeros meses aprendí a enfrentarme a la velocidad sobre ruedas, porque yo soy la hermana menor y, a menudo, mi madre se veía obligada a hacer carreras a primera hora de la mañana para que mi hermana no llegara tarde a la escuela.
El siguiente paso fue montar en taca-taca. Recuerdo con especial cariño aquella época; descubrí la libertad que te proporciona el poder de moverte libre e independiente por tu casa en un vehículo. Al taca-taca le siguió el triciclo. Mis recuerdos de aquellos tiempos no son tan felices, ya que a menudo suponía para mí un gran esfuerzo perseguir a mi hermana que circulaba, por aquel entonces, en una bicicleta. Por eso, no tardé en lanzarme y reivindicar la bicicleta con ruedines.
Me gustaba ir en este medio de transporte porque me sentía segura. Con mis ruedines, la bicicleta jamás volcaba. Así que no tardé en pedir a mis padres que me enseñaran a montar en bicicleta, en una de verdad. Es más, fueron ellos quienes insistieron para que tomara esa decisión, hasta que al final llegó el gran día.
Todo estaba listo: la bicicleta sin las pequeñas ruedas traseras y mi padre dispuesto a correr detrás de mí. Fuimos a un campo de deporte cerca de mi casa. Era una superficie llana, sin obstáculos, y muy adecuada para aprender a montar en bici. Yo estaba algo nerviosa, pues no sabía si podría hacerlo. Empecé a pedalear con fuerza. Mi padre sostenía la bicicleta y eso me daba confianza. Sentí como la mano de mi padre se soltaba, avancé unos pocos metros más haciendo eses hasta que di de bruces en el suelo. Repetimos la operación varias veces; cada vez más conseguía mantenerme más tiempo y avanzaba más recta.
Aquella misma mañana aprendí a montar en bicicleta, aunque tuvimos que pagar un precio: mis rodillas peladas y el dolor de espalda de mi padre.

JÚLIA ROYUELA DAURA
2º ESO A

viernes, 29 de marzo de 2013

¿QUIERES PASAR MIEDO? por Daniel Azcárate González

Llega un día en el que miras al frente y la ves, de pie, mirándote. La Parca. Te sonríe y te tiende la mano. Desconcertado, levantas tu mano y se la das; notas el frío, pero ya es tarde. Entonces te das cuenta de que todos recorremos un camino distinto, pero nos dirigimos inevitablemente al mismo destino.
Era un día lluvioso, uno más en la vieja Inglaterra, y Dani esperaba en el aeropuerto la llamada para embarcar. Iba acompañado de Álex y Óscar, y su viaje no era cuestión de ocio. Subieron al avión, rumbo a Irlanda, un lugar perfecto para grabar su programa por su conocida tradición esotérica. El programa de los chicos se encarga de cubrir noticias extrañas y/o sobrenaturales, y los jefes no estaban contentos con las últimas entregas, así que debían hacer algo grande.
El avión aterrizó sin problemas. Desembarcamos emocionados, aunque Dani no parecía tenerlas todas consigo y movía la cabeza vagamente al son de la canción que sonaba en su idop: "Cementeries of London". Su idea era pasar toda una noche en una pequeña casa ubicada en una pequeña campiña. La casa, pese a tener dos pisos, no era tan grande como suele ser una casa de campo corriente, pero... ¿Acaso importaba eso? Al llegar dejaron todo el equipo en el suelo y se pusieron a prepararlo todo. Dani se dispuso a abrir la puerta, y el contacto con el pomo le hizo recordar todas las anécdotas horribles que les explicó el propietario de la casa e, inconscientemente, remarcó la frase: "Sea lo que sea que haya ahí dentro, no le gustan las visitas".
Por un momento, sintió que este no era uno más de sus reportajes ñoños, como el del Yeti o el monstruo de Dover, todo mentiras y engaños. Pero esta vez un escalofrío muy real recorrió su cuerpo. Apretó el pomo con fuerza, le sudaban las manos y temblaba. Tenía miedo de abrir, pero su cuerpo se movía solo, su vista nerviosa buscaba algo que le reconfortara, pero todo era espeluznante. Un chirrido avisaba de la apertura inminente de la puerta y, en un abrir y cerrar de ojos, estaba abierta de par en par. Se adentraron en el vestíbulo muy lentamente, y, cuando ya habían recorrido una distancia, se oyeron pasos corriendo por el segundo piso. El grupo se sorprendió sobremanera y, agarrando una cámara, subieron arriba como alma que lleva el diablo a intentar documentar algo útil para su programa. Anduvieron largo rato por la estancia, pero sin resultado. Decidieron dejar grabando una grabadora digital por si se diera el caso de alguna psicofonía, y bajaron a preparar el equipo y las cámaras estáticas. Al cabo de quince minutos la grabadora consiguió captar una voz femenina que decía lo siguiente: "I'm special".
Los chicos pusieron cámaras estáticas en las estancias que, según el dueño, había mayor actividad paranormal. Según él, la casa se remontaba al siglo XIX, época de práctica de artes paganas y caza de brujas. La casa era propiedad de Annis McElrow, una de las brujas más significativas de la historia irlandesa, conocida incluso en Gran Bretaña como Black Annis, una ogresa que raptaba y devoraba niños, y que se sentaba a descansar sobre la pila de huesos que acumulaba delante de su gruta. La historia de Annis no iba tan lejos de la historia ficticia, ya que fue condenada de brujería por atraer a niños del pueblo a su casa y tomarles muestras de sangre que utilizaría luego en rituales y aquelarres.
La casa conservaba su aspecto y estrutura de antaño, imperecedera y resistente al clima de las Islas británicas. Habían intentado restaurarla antes, pero ciertos "inconvenientes" impidieron proseguir con ello. Según los obreros, había algo que no les dejaba hacer su trabajo, y llegaron incluso a empujar a uno de ellos por las escaleras. Esto no amedrentaba al equipo, aunque no podían evitar estar inquietos.
La noche cayó al fin, y empezaron con el encierro. Cada uno llevaba una cámara de visión nocturna, varias grabadoras de voz y un artilugio muy curioso, al que llamaban "Diccionario". Se trataba de un aparato con una base de datos llena de palabras que pueden manipularse y seleccionarse con energía electromagnética, que es algo que se cree que liberan los fantasmas y que les ayudan a comunicarse con el portador. Si alguien o algo quería comunicarse con ellos esa noche solo tenía que manipular esa base de datos. También llevaban con ellos "objetos desencadenantes", que son objetos diversos que el ente puede reconocer y que le insta a manifestarse. Tan solo con empezar a moverse, escucharon unos pasos y un portazo en el piso superior. De nuevo se manifestaba.
Subieron las escaleras, corriendo, sin que les frenara el miedo ni esas risas incorpóreas que coreaban de fondo. Era una risa femenina, aterradora. De nuevo estaban arriba y no había nada. Decidieron que el piso de arriba era mucho más activo en lo paranormal y empezaron por allí. Álex cogió una escalera de obra y la apoyó contra una viga, intentando así simular la obra que por motivos extraños no puedo realizarse. Dani, por otra parte, tenía el "Diccionario" encendido. Segundos después de colocar las escaleras algo accionó el "Diccionario" y dijo: "Remove".
- ¿El qué?, preguntaron.
- "Stars".
Al ver que recibían información inteligente le siguieron el hilo.
- ¿Qué nos harás si no la quitamos? ¿Lo mismo que a esos obreros?
- "Yell".
Todos se quedaron callados de golpe sin atreverse a hablar, pero Óscar, en un esfuerzo dijo:
- Adelante, grita. No por eso nos vamos a ir.
En ese instante se oyó un grito desgarrador y aterrador, tan profundo como la noche y tan punzante como un cuchillo. Provenía del piso de abajo y fue acompañado de un portazo ensordecedor. Se oyeron pasos muy fuertes desde la cocina al salón y de allí a las escaleras. Parecía que iban a partirse los escalones. Los pasos eran de alguien furioso, golpeaban el suelo con la determinación de un depredador acercándose a su presa. Cada vez retumbaban más cerca y, en el quicio de la puerta..., se paró. Pero solo los pasos. Todo el aire de la sala vibraba y el aire era gélido. Se escuchó claramente: "Go out". Se desvaneció.
El equipo decidió que se separaría: Dani iría al ático, óscar se quedaría en el segundo piso y Álex, al sótano. Este último bajó las escaleras del sótano con ciertas dificultades, ya que estaba todo a oscuras. Preparó los utensilios necesarios y se sentó en una silla con una grabadora de voz al lado. Empezó a hablar preguntando cosas como quién eres, cuánto tiempo llevas aquí, cómo moriste... Al cabo de un rato, sin respuesta, se empezaron a escuchar cosas. Una especie de..., ¿cántico? No. Más bien eran sollozos. Sonaba como un puñado de niños llorando de miedo. En ese momento recordó la oscura historia de Black Annis y se dio cuenta de que aquellos niños de la historia..., nunca volvieron a sus casas. Y allí se quedó, quieto, y notó como la pena le imbuía.
En la segunda planta, Óscar comenzaba a estar inquieto desde hacía un rato. La habitación estaba llena de susurros espectrales. No eran tanto voces, sino murmullos en la sombra, tan débiles que ciertamente no se sabía si era sonido real o cuestión de su imaginación. Mala era la suerte de Óscar, rodeado de Íncubos, entes residuales encerrados allí, fruto de diversos rituales de brujería celebrados siglos atrás. Los Íncubos son el resultado de un ser oscuro con un humano; son seres viciosos y lujuriosos que toman el cuerpo de la gente mientras duerme y mantiene relaciones con él. Mediante el acto, obtiene energía necesaria para estabilizarse, y pueden llegar a absorberla hasta matar a su presa. Lleno de pánico, Óscar huyó, y maldita la oscuridad que le hizo caer escaleras abajo quedando inconsciente.
Dani cerró la puerta del ático. Un frío le recorrió. Lo atribuyó a la humedad del lugar, un amasijo de piedra y madera que coronaba la casa. Las vigas llenas de musgo dejaban caer de vez en cuando una fría gota nacida de la condensación de la mano de Dani. Solo quedaban unas horas para que el dueño volviese a abrirles la puerta, pero se le estaba haciendo eterno. En un intento de vencer sus miedos, Dani gritó:
- ¡Vamos! ¡Aquí me tienes! ¡Pégame, dame pruebas de que eres real!
A lo que algo respondió al momento:
- "Don't tempt me".
Dani luchó en su interior por no parecer asustado, pero no debió surtir efecto, ya que una gran risa incorpórea llenó la habitación y concluyó con un "go out!". "No me iré", replicó con unas ganas tremendas de marcharse para no volver. Se oyó un ruido detrás suyo y, solo con volverse, un gran vendaval le golpeó en la cara y cayó al suelo. Se levantó. vio ante sí una figura horrorosa: una mujer altísima, muy delgada, con un enmarañado pelo que tapaba su tez blanca espectral. Era realmente enorme y su encorvada espalda daba la sensación de que se abalanzaría rápidamente sobre cualquier presa en un ataque ineludible. Llevaba un vestido blanco, diría harapiento si no fuese porque más que tela parecía hecho de humo. Habló. Era la misma voz que llevaba escuchando toda la noche. Dijo:
- "Let me show..."-, y agarró a Dani por el cuello. Notaba la presión de sus manos sobre su piel; ni siquiera podía forcejear, era inevitable. Annis se acercó a su oreja y concluyó:
- "Your destiny".
Dani abrió los ojos. Estaba en el ático rodeado de sonidos de golpes por todas partes. ¿Había sido un sueño? "Una forma de comunicarse con él", pensó. Se puso de pie. Súbitamente, unas manos invisibles se aferraron a su cuello. No podía ser verdad. Dani empezó a temblar. Su primer instinto fue intentar zafarse de su agresor, pero no conseguía agarrar nada. En un desesperado intento de sobrevivir, se tiró al suelo. La presión desapareció. Fue corriendo hacia la puerta del ático y salió. La casa entera era un infierno: mil golpes azotaban las castigadas paredes coreadas por las carcajadas siniestras de Annis. Se oyeron firmes pasos detrás de Dani, como los que antes oyeron subiendo las escaleras. No parecía que fuese a dejar escapar a su presa. Corrió escaleras abajo, ignorando el cuerpo inerte de Óscar que yacía en el suelo con una grotesca deformación en la parte de la nuca debido al golpe. Los pasos, siempre acompañados por las risas, ya bajaban el primer peldaño y se escuchó "your destiny", de nuevo. Dani reventó la cerradura con el paragüero de la entrada y salió fuera. Libre por fin. Corrió para alejarse de esa horrible casa.
Sonó un golpe. El cuerpo de Dani yacía en el suelo bajo el todoterreno del propietario de la casa, que venía a abrirles, como acordaron antes del encierro.
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Llega un día en el que miras al frente y la ves, de pie, mirándote. La Parca. Te sonríe y te tiende la mano. Desconcertado, levantas tu mano y se la das; notas el frío, pero ya es tarde. Entonces, te das cuenta de que todos recorremos un camino distinto, pero nos dirigimos inevitablemente al mismo destino.

DANIEL AZCÁRATE GONZÁLEZ
CURSO DE ACCESO A GRADO SUPERIOR



"SI ME QUIERE, QUE ME BUSQUE" por Francesc Siurana Navea

"Si me quiere, que me busque...". Esta frase me la repetía día tras día una amiga mía cuando su novio la dejó. Sinceramente, no entendía esa frase, aunque ella me decía que lo que significaba era que, si alguien la quería, tenía que buscarla y hacer todo lo posible por conquistarla, sea como sea, y con las armas que quisiera. Pero supongo que me la repetía día tras día, ya que estaba ciega de amor. 
Ella escuchó rumores de que la persona que quería tanto y con la que quería pasar las etapas más bonitas de su vida, la dejó porque encontró a otra chica. Ella pensaba que era mejor que ella en todos los sentidos; ella siempre se "rallaba" cuando veía fotografías de su amor besándose con otra chica que no fuese ella. Pero yo siempre le decía que no le buscase más respuestas a todos sus disgustos, que le dejó porque no sabía valorarla; que ella era única, que encontraría a alguien mejor... Me decía que no, que no era bella, que era estúpida y tonta. Yo siempre le intentaba contradecir en todo, ya que pensaba que era la persona más hermosa y especial que había conocido en mi existencia. Ella me decía que yo era la mejor persona que conocía y que se lo pasaba muy bien conmigo; las tardes eran rápidas, y, cuando me iba a mi casa y ella a la suya, empezaba a llorar. Cada noche más que la anterior.
No entendía por qué se tuvo que enamorar de un chico que casi ni conocía, que nunca mostraba interés hacia ella y que siempre intentaba coquetear con todas las chicas que había a su alrededor; que era infiel, que apenas le demostraba lo que él la quería y que además se fue de su lado por otra... Ella me decía que no entendía el porqué de su enamoramiento hacia él, pues no era una decisión suya enamorarse de alguien, simplemente era un acto natural que le sucedió.
Yo intentaba animarla como fuera, pero mis intentos de hacer de su vida algo mejor eran fallidos. Le pedí que me dijera lo que significaba la frase que siempre me repetía y, una tarde, a solas, me explicó ese chico para ella no era tan especial como yo pensaba. No la entendí y me hizo pensar lo contrario. ¿Por qué?, le preguntaba yo con ansias de saber la verdad. ¿Por qué me mentía? Yo era como un hermano, un buen amigo... Hice todo lo posible para que de sus labios saliera una sonrisa, aunque fuera unos segundos de felicidad. Le exigí una respuesta en ese mismo momento.
Con ironía, me respondió: "¿Nunca te has dado cuenta de lo que te quiero? ¿No te acuerdas de las veces que pasaba a tu lado apoyada sobre tu hombro, poniendo excusas de mis penas solo para poder acariciarte suavemente? ¿Nunca has notado cómo me quedaba minutos abrazada a tu cuerpo? ¿Nunca has visto la sonrisa que ponía cuando te veía?..." Yo no me di cuenta de que entre ella y yo había algo más que una buena amistad. Cuando la miré con otros ojos, empezamos una relación.
Mis días con ella fueron los mejores. Pero como dicen, "lo bueno dura poco". De repente un día ella se fue de mi lado sin ninguna explicación razonable, dejándome en la soledad. Pasé un par de meses mal, meses de lamentos y de desesperación. Pero, levanté cabeza y decidí una cosa: no iba a buscar a otra persona con la que pasar mis momentos de felicidad, de alegrías, de tristezas, de lamentos..., sino que iba a hacer lo contrario, es decir, iba a dejar pasar el tiempo hasta que el destino me engarzara con la persona que completaría el rompecabezas de mi vida, la última pieza de mi puzzle.

FRANCESC SIURANA
3º ESO B

jueves, 28 de marzo de 2013

"SI ME QUIERE, QUE ME BUSQUE... " por Daniel José Calderón

Si me quiere que me busque..., y los dos pensaron lo mismo, pero no les sería tan fácil eso de buscarse.
La última vez que se vieron, Juan estaba cogiendo un avión hacia Italia y Marina, hacia San Francisco. Ella estaba enamorada de él desde que eran pequeños, pero nunca se lo había llegado a decir.
Cuando llevaba una semana en San Francisco, decidió ir a buscar a Juan a Italia y decirle lo que sentía. Pero, en esos momentos, Juan, que también sentía lo mismo por Marina, se dirigía a San Francisco para decírselo a ella.
Al llegar a Italia, Marina preguntó por Juan en el pequeño pueblo en el que vivía. Le dijeron que no estaba, que se había ido de viaje a un lugar de EE. UU., en busca de una antigua compañera. A Juan le pasó lo mismo, así que, confiando en que Marina daría la vuelta y se encontrarían, decidió hacer un poco de turismo por la ciudad. 
Ella, en cambio, en vez de ponerse a hacer turismo se puso triste; no supo qué hacer. Por lo tanto, decidió pasar la noche en una posada y, al día siguiente, ya decidiría lo que hacer. Al despertarse, se fue al aeropuerto para comprar un billete con dirección a San Francisco, pero no lo consiguió porque el aeropuerto cerraba por huelga. Así que fue al puerto, cogió un barco que zarpaba en dirección hacia su destino, aunque era consciente que tardaría mucho tiempo al dar un gran rodeo. Al subirse al barco, se dio cuenta de que era un barco muy pequeño, con una tripulación muy extraña y siniestra; pero no le dio mucha importancia, porque, al fin y al cabo, les trataban bastante bien. 
Pasaron dos semanas y todavía les quedaba mucho camino por hacer. Habían parado unas veinte veces a reponer el combustible. Cada vez el viaje se les hacía más extraño. Al cabo de un mes y medio, ya cerca de San Francisco, el barco se quedó sin combustible en medio del mar. Intentaron comunicarse con otro barco o con el puerto, pero no pudieron porque la radio no funcionaba. Pasaron tres días más y, a lo lejos, se vio un barco que los fue a rescatar.
Llegaron a San Francisco y Marina se fue corriendo a buscar a Juan. Fue preguntando por todos los hoteles de la zona, pero no lo encontró en ninguno. Se dirigió a su casa muy defraudada. Cuando llegó, cogió su teléfono y lo llamó. Le preguntó dónde estaba y lo fue a buscar. Allí cenaron, pasaron un rato hablando y, después, Juan le dijo qué sentía por ella. Los dos decidieron tener otra cita y, como la relación iba estupendamente, él se trasladó a San Francisco y empezaron un muy bella historia.

EL ECO DE LA MONTAÑA por Ariadna Martínez Ramírez

Nos situamos ante una historia, cuyos protagonistas conducen sus vidas a través de una tenebrosa montaña francesa bañada de blanco y envuelta de un misterioso y húmedo viento de invierno.
Los tres protagonistas, tan solo ha pasado por este mundo una década, poseen rasgos islandeses: un pelo castaño con reflejos pelirrojos y la cara llena de pecas. Esta semejanza se debe a un factor hereditario de los habitantes de las montañas en las que nos encontramos. Dejando de lado la parte física, lo que sí tienen en común estos tres muchachos son las ganas de vivir, de descubrir nuevas cosas y de investigar cada rincón que les envuelve, como podría ser un gran espíritu libre. Pero, como es de buen saber, la curiosidad mató al gato.
Tanto Marcos como Alicia e Indira se pasan gran parte del día jugando por los alrededores de una casa muy aterradora, siempre sin tener en cuenta qué esconden esas húmedas paredes, llenas de inanimado musgo verde y ventanas rotas ante viento suculento. Pero hoy, curiosamente, ha aparecido un hombre mayor, y los tres han aprovechado para hacerle unas preguntas:
- ¡Señor, señor!-, exclamaban los tres.
- Díganme-, responde el señor con tono malhumorado.
- Solo queremos saber quién vive en esta casa.
- ¿Cómo os atrevéis a preguntarme eso? ¿A caso vuestros padres no os lo han explicado nunca?
- No, señor.
- En esta casa ya no vive nadie. Pero, hace mucho tiempo, vivía una mujer mayor con su esposo, el cual no trataba muy bien. Algún día debía pasar...-, susurra esto último en voz baja.
- ¿El qué señor?
- Ella murió ante terrible sufrimiento. Él la usaba de desahogo, maltratándola, golpeándola cada vez que llegaba ebrio a casa, y un día se le fue de las manos. Todos los que pasan por aquí dicen escuchar sus gritos cada anochecer y el susurro del viento golpeando fuertemente las ventanas del salón.
Nada más escuchar eso, los niños salen corriendo hacia la casa, y el hombre los persigue; abren la puerta y, cuando ya están dentro, se cierran. Ya no hay nada que hacer, queda el hombre fuera.
De repente, bombardean un sinfín de miradas que se cruzan entre ellos. No hace falta palabras, no hace falta ningún gesto, para saber que se acaban de sumergir ante lo prohibido. Sus ojos expresan miedo, algo absolutamente desconocido para ellos. Suena el reloj del salón, acompañado de temerosos y firmes pasos que hacen temblar sus oídos. Las ventanas rompen contra las paredes y el escalofriante viento baila junto a las cortinas. Ya no hay nada que hacer.
Marcos toma la iniciativa. Sube por las escaleras y Alicia e Indira, sin pensárselo, le siguen. Corren hacia la habitación, ven un reflejo en un espejo, una caja de joyas cae al suelo impregnada de sangre... Y chillan. Notan escalofríos en la nuca y un mal aliento sobre sus rostros; una imagen borrosa los acompaña, el espíritu de la señora ha llegado con ganas de manifiesto.
- ¿Que faites-vous ici?...
- Na..., na.., nada. ¡Nada, nada!
- Habéis venido a molestarme. Decidme qué queréis de mí.
- Tan solo queremos ayudarte-. Tiembla la voz de Irina.
- ¿Ayudarme? Nunca nadie ha querido ayudarme, tan solo deshojar mi vida; días oscuros caminan junto a mí.
- Nosotros podemos ayudar a encontrar su camino. Todo mejoraría si se va hacia otro lugar, la tratarán mejor y podrá alcanzar sus sueños.
La astucia de estos lleva a la señora a un estado de calma, donde se imagina libre junto a la felicidad. Les sorprende un destello de luz blanca que aparece al otro lado del pasillo y, acompañada por los muchachos, consigue alcanzarla. De repente, las arrugas desaparecen del hogar; se iluminan las paredes, techos, etc. Todo rejuvenece en el tiempo, como el claro reflejo del vínculo entre la señora y la casa.
Los muchachos se dirigen hacia la puerta que les había encerrado y, sin mirar hacia atrás, abandonan el mal sueño. Fuera, a pies de la montaña, deciden no contarle a nadie lo ocurrido. Ingenuos ellos de no ver que en la ventana seguía el reflejo de la señora, por algún motivo, tal vez en un futuro alguien descubrirá el porqué.

sábado, 26 de enero de 2013

UN HALLOWEEN DE MUERTE por Marta Moreno Talavera

Los participantes llevaban unos buenos disfraces auténticamente terroríficos; entre ellos, uno de los más originales y creíbles destacó porque aquella niña del exorcista llevaba, agarrada por la melena rubia, la cabeza de una chica.
La fiesta de Halloween se celebró en el instituto de un pequeño pueblo en las montañas. Todos los alumnos asistían esa noche disfrazados para la ocasión. Esta celebración era introducida por un baile y, a su vez, una tómbola, cuyo premio era un ciclomotor. También había un par de casetas, una de ellas con una vidente y, en la otra, varios animales exóticos. Por una parte del instituto, entre el gimnasio y una puerta trasera donde se llegaba al patio, había un túnel del terror, y los profesores eran los que estaban dentro disfrazados, asustando a todo el que entraba.
Cristina y Lorena, dos alumnas del último curso, unas chicas guapas, populares y bastante malvadas con algunos compañeros, no pensaban ir esa noche a la fiesta del instituto porque les habían invitado a otra fiesta por el cumpleaños de un compañero. El cumpleaños finalmente fue cancelado porque este se puso enfermo. A causa de esto, las dos amigas decidieron que, antes de quedarse en casa, se pasarían a ver la fiesta de Halloween del instituto. A última hora, buscando entre ropas viejas y maquillándose, se disfrazaron de zombis.
Al llegar al colegio se dirigieron hacia la pista de baile y observaron los disfraces de los demás compañeros. Bailando y charlando con amigos, Cristina vio a unas compañeras de su clase, de las que siempre se reía y les hacía la vida imposible. Ella no pudo contenerse aquella noche y empezó a burlarse y decirles a sus amigos que se rieran de ellas también.Se pasó casi toda la noche metiéndose con aquellas pobres chicas.
Andrea era una de esas chicas a las que tenía destrozadas Cristina, porque llevaba años siendo muy cruel con ella. Los amigos de Cristina le pidieron que, al menos por una noche, dejara en paz a las chicas. Entonces todos fueron para el túnel del terror. Antes de llegar, Cristina se enteró de que sorteaban un ciclomotor. Iba a hacer todo lo posible para ganarlo y ya se estaba imaginando cómo ganaría el premio y cómo luciría su ciclomotor por el instituto.
Una vez dentro, Cristina seguía contándole a Lorena lo poco que soportaba a Andrea y a sus amigas, y seguía riéndose de ella cuando, de repente, el hermano de Andrea, que era de los pequeños del instituto, la oyó como se reía de su hermana. Este empezó a llorar y fue corriendo a buscar a su hermana para contárselo. Andrea, al ver lo preocupado que estaba su hermano, recordó cada uno de los momentos y humillaciones que le había hecho pasar aquella víbora. No pudo contenerse más y se dirigió, llena de rabia, hacia el túnel del terror.
Cuando entró, pasó rápidamente por el gimnasio y vio como Cristina y sus amigas salían por la puerta que daba al patio. Andrea le quitó a uno de los profesores un cuchillo con el que quería darles un susto a ellos. Cristina, que iba la última, porque iba riéndose e intentando ver qué profesores eran los disfrazados, se tropezó justo al salir del patio.
Los amigos siguieron pensando que Cristina estaba escondida, como otra de sus muchas bromas; pero no, se quedó sola. Andrea, que lo observó todo desde lejos, aprovechó la ocasión y fue corriendo hacia ella. La agarró por detrás y le enseñó el cuchillo para asustarla. La otra quiso defenderse, la empujó e intentó escapar, pero Andrea ya la había acorralado entre unos árboles. Empezaron a pelearse allí, en el patio, donde nadie las veía. La humillada, llena de rabia, empezó a recriminarle y a recordar todos los acosos que había sufrido. La pelea empezó a ponerse seria. Aparecían ya mechones de pelo rubio arrancado, sangre por la ropa y el suelo..., marcas en los árboles.
Los participantes subían al escenario para mostrar a todos los disfraces tan originales que llevaban. Entre ellos, destacaba una niña del exorcista muy creíble, pues agarraba por la melena rubia la cabeza de una chica.

MARTA MORENO TALAVERA
CURSO DE ACCESO

jueves, 17 de enero de 2013

LA MEVA VIDA, NO PAS UNA ALTRA... per Cristina Tirado


Quan fem una petita redacció, a la majoria de persones, ens passa que volem explicar tantes coses que deu, quinze o, fins i tot, vint-i-cinc línies es queden curtes per tot el que hem d’escriure.
En aquest dos anys, la meva experiència amb la lectura ha estat canviant constantment. Quan pensava que ningú m’entenia allà tenia el llibre, esperant-me, ansiós perquè llegís les seves pàgines, perquè les explorés i desconnectés del món. Això és el que em va fer començar a escriure. Sincerament, a pensar d’ una altra manera, a expressar-me de manera diferent de la resta, tot i que hi ha un munt de persones que fan el mateix que jo. D’ això no me’ n penediré mai. El mateix passa amb la música.
Sí, ho sé.  Últimament estic als núvols, a un altre lloc, el ‘món de yupi’, com diu la meva mare.
Però, és necessari posar tantes etiquetes, societat?
Sí, m’agrada llegir, estic fent mal a algú? Jo mateixa he arribat a un punt em que em dic ‘rareta’. No veig a ningú, que li agradi llegir, al meu voltant. Però és cert el que diuen: “Una persona que llegeix viu milers de vides abans de morir. L’home que mai llegeix només en viu una.”
No escolto el que la majoria d’adolescents escolten. Escolto pop, heavy, punk, country i rock. Sí, m’agradaria haver nascut als 70, hauria gaudit més amb la música dels Beatles que no pas amb la majoria dels cantants d’ara.
Això és el que jo penso. Potser algú pensi que aquestes paraules no tenen ni cap ni peus... És veritat, no ho tenen. Però les he escrites perquè la gent s’ adoni que no tots tenim la mateixa opinió i que no tots els adolescents som iguals. 

CRISTINA TIRADO
2n ESO A

CHAROLA'12: UN VIATGE ESPERAT, PERÒ UNA MICA CANSAT per Naiara Carrés Hidalgo


Quan la professora Keles ens va explicar que a l’estiu hi havia un campament a Madrid vaig ser la primera a preguntar-li als meus pares si em deixaven anar, encara que, la resposta no va ser la esperada.
Els vaig suplicar i suplicar però va ser en va. La seva resposta era clara i no canviarien d’opinió o, almenys, va ser el que em van fer creure.
Faltava una setmana per acabar l’escola i les meves esperances ja s’havien perdut i just la nit del dijous els meus pares quan estàvem dinant em van dir: “Naiara, el teu esforç a l’escola i la teva bona actitud ha estat el que ens ha fet canviar d’idea i pensem que seria una molt bona experiència per tu”. Jo em vaig aixecar i els vaig donar una forta abraçada.
Quedaven només tres dies per partir cap a Madrid i jo estava nerviosíssima per conèixer aquell lloc. A més jo no hi havia viatjat mai sola i això em feia una mica de por encara que sabia que era segur.
Va arribar el gran dia i els meus pares em van portar a l’estació d’autobusos. Quan vam abandonar aquell lloc la meva esperada experiència va començar. Portàvem sis hores en aquell autobús i, la veritat era que, ja estàvem farts de estar allà. Només pensar que ens quedaven cinc hores més ens matava però el pitjor va ser quan ens pensàvem que ja havíem arribat i ens van pujar una hora més a un altre autobús.
Va ser arribar i començar a posar-me nerviosa per començar aquella meravellosa aventura.  A més ja tenia ganes de conèixer la gent amb la que compartiria aquells vuit genials dies.
Vaig conèixer tres extraordinàries malaguenyes, molt simpàtiques, i amb les quals vaig compartir els meus millors moments.
Estàvem cada dia juntes i a diferència de la gent de la meva classe jo era l’única que s’havia relacionat.
Aquesta experiència em va aportar que amb només vuit dies es poden fer amigues molt especials i també que els viatges de dotze hores en un autobús no són molt agradables.

NAIARA CARRÉS HIDALGO
2n  ESO A

UNA TORNADA AL SEGLE XX per Oriol Ballester


El meu desig, la nit del dissabte, s’havia complert. Volia tornar al segle XX per evitar la fastigosa i cruel Guerra Mundial. Quan em vaig llevar del llit, per sort, la meva dona Anna, els meus fills Marc i Oriol hi eren a casa.  En canvi, tot era més vell i menys modern, és clar, No estava la meva televisió de 42 polzades, la play station 3  dels meus fills ni tampoc la moderníssima cuina de la meva dona.  Em vaig adonar que no podien ésser tots aquells objectes perquè havia canviat de segle.

La meva dona em va preparar un bon entrepà de xoriço i els meus fills em va fer uns petons abans d’evitar aquella maleïda guerra. Quan ja estava al Congrés vaig convocar tots els països per firmar un acord amb la finalitat de no provocar una guerra mundial. Tots els països el van signar i així vaig evitar una guerra fastigosa, cruel , sagnant  i malvada. Tots els veïns, amics i famílies van estar molts contents. Estic orgullós d’aquesta acció!

ORIOL BALLESTER

1r ESO B

LA PREHISTÒRIA per Lizbeth Briceño Marquina


Una vegada me’n vaig anar a dormir i al dia següent em vaig aixecar i...

Em trobava a l’època de la prehistòria. Em vaig posar molt nerviosa perquè no sabia què fer. Tot era molt estrany per mi. No sabia com sortir i vaig caminar per trobar algú que em pogués  ajudar a sortir.
Vaig continuar caminat i em vaig trobar una nena que anava amb un gos. La nena tenia un vestit de color marró i era molt bonica.
Em vaig apropar per preguntar-li com podia sortir. Ella no entenia res i jo tampoc.
Finalment, vam poder comunicar-nos amb senyals però ella no sabia com sortir.
Després vaig escoltar que em cridaven. Era la meva mare i tot això havia estat un somni. 

LIZBETH BRICEÑO MARQUINA
1r ESO B

QUÈ PASSARIA SI UN DIA M'AIXEQUÉS I NO ESTIGUÉS AL SEGLE XXI? per Rubén García.



Si un dia m’aixequés i no estigués a la meva època, al principi em quedaria en blanc, bloquejat, perquè no sabria què fer. Després, ja pensaria quin ‘’pla’’ dissenyar per arribar al meu temps. Hauria d’anar preguntant a les persones, fent amics que m’ajudessin a esbrinar el motiu d’aquest viatge en el temps.
Després, intentaria construir una màquina o algun aparell amb l’ajuda de la gent que hagués conegut. En aquesta operació tardaria molts dies, ja que seria complicat fer una màquina d’aquest nivell.
Finalment, la faria servir. Si no funcionés, començaria una altra vegada tot el procés de construcció amb una tristesa increïble. Si funcionés tornaria  a la meva època però amb la intriga immensa pel que hagués succeït.

RUBÉN GARCÍA 
1r ESO  B

A L'EDAT MITJANA per Carlota Rodríguez


Era un diumenge, les 7:30 del matí, exactament. La meva habitació havia canviat i molt! Tot era molt clàssic: la taula, el llit, les cadires…i, faltava el meu ordinador i la meva televisió! Vaig obrir la porta ràpidament per demanar una explicació als meus pares però, de sobte, em vaig emportar la sorpresa més gran. La meva preciosa i moderna casa s’havia convertit en antiga i a més no vaig trobar als meus pares! Llavors, vaig sortir al carrer i la meva bonica ciutat s’havia convertit en un fastigós poble. Estava al·lucinant! Però, per sort, en aquell moment em vaig despertar. Tot havia  estat un somni.

CARLOTA RODRÍGUEZ
1r ESO B

domingo, 13 de enero de 2013

VIDA CIRCULAR por Núria Conrado Andián

Una noche de abril, María dio a luz un hermoso bebé. Cuando lo cogió entre sus brazos se sintió tan querida que no pudo resistirse a llamarla como ella. Ya tenían otra María en la familia.
María empieza a crecer. Su vida no será tal y como su madre quiere que sea. Va pasando su infancia, poco a poco, y cuando llega a los cuatro años su padre muere. María es pequeña y no entiende nada, extraña a su padre y no sabe dónde encontrarlo. Su madre está a su lado en todo momento; para ella tampoco es fácil, pero lo primero en su vida es la felicidad de su hija. Su madre sabe que en la vida de la pequeña María van a pasar muchos más problemas. Sabe que su hija la va a necesitar en muchos momentos y, por ello, decide vivir feliz, decide dedicarse a ella. 
María se está haciendo adolescente, crece muy rápido. Encuentra a un chico que la hace feliz. Ella le quiere muchísimo y está totalmente decidida a ganarse su amor. Pasan varios meses, y María se siente la más feliz, pero el chico le hace daño: le engaña con otra. Ella piensa que su vida no vale para nada, que está destinada a una vida triste y solitaria. Su madre está con ella cada hora, cada minuto que María necesita. Gracias a ello, María tira hacia delante y se da cuenta de que la vida da muchas oportunidades.
Ahora sí, encuentra al chico que le hace reír, que hace que se sienta la mejor princesa que pueda existir. Una noche de abril, María dio a luz un hermoso bebé. Cuando lo cogió entre sus brazos se sintió tan querida que no pudo resistirse a llamarla como ella. Ya tenían otra María en la familia.

NÚRIA CONRADO ANDIÁN
3º ESO A

DESCRIPCIÓN LÍRICA por Noelia Real

La amplia visión alcanzaba todos y cada uno de los diferentes árboles que vivían en aquella interminable novela. Se veían los animales que corrían para cazar a sus presas y las flores que crecían rodeadas de mariposas. La amplia visión percibía, poco a poco, que los libros iban disminuyendo y las hojas de sus ramas ya no estaban, porque ellas, ya secas y rotas, se iban difuminando como el propio verano. Los animales ya no corrían para cazar y las flores no crecían porque, simplemente, no existían. Más adelante, el paisaje seguía así durante varias hectáreas, pues tan solo quedaban algunos trozos de troncos y cenizas.
Lentamente se iba concentrando en un lugar, en la cima de la más alta torre.
El ave se posó suavemente, como una pluma, en unas de sus ramas todavía vivas y con algo de color, y observó tristemente que, bajando su mirada, se encontraba una flor marchita y, a su alrededor, tan solo cenizas, negras como el carbón. Al frente, miles de libros quemados y trozos de ellos, convertidos en cenizas caídas como hojas en otoño en la tierra, y, al fondo, un poco de color verde que se había salvado de aquel desastre.

NOELIA REAL
3º ESO B

DESCRIPCIÓN TOSCANA por Judith Cavero Cabello

PERFIL DE UNA REGIÓN

Captamos esta imagen desde las alturas, a través de los ojos de un ruiseñor que vuela muy alto. En el extenso paisaje, la región parece un mosaico con muchos y diversos colores. Grandes terrenos vestidos de verdes y mezclados con colores amarillos, con colores rojos, con marrones, con azules... Y, entonces, es cuando el paisaje se refleja en tus ojos y sientes que eso es el paraíso.  
La tarde está al caer y, después de toda la tranquilidad, sigue y se convierte en una calma que no se puede interrumpir. En esta calma, una orquesta de grillos y el cantar de unos pájaros la acompaña. 
Nuestra mirada escoge una zona donde poder posarnos sobre una rama. Empezamos a descender lentamente hacia allí. Un mar de tonalidades naranjas baña el cielo. La tarde cae y sigue la calma en estos coloridos prados.

JUDITH CAVERO CABELLO
3º ESO B

DESCRIPCIÓN A VISTA DE PÁJARO por Silvia Cuello

Desde el cielo, se ve todo muy diferente.
Todas esas personas ahora se ven diminutas ahí abajo. Pero, sin duda, me centro en un lugar muy particular, uno que me ha llamado la atención: un parque con un espacio enorme. Voy acercándome a él y diviso esos árboles de mi alrededor que se van haciendo más grandes a medida que me aproximo. Está todo el suelo lleno de la verde hierba y unos adoquines que llevan a un muro adornado con toda clase de flores.
Descanso un poco en uno de los bancos que hay y voy observando a la gente que va pasando delante mío.Veo a un grupo de chicas acercándose al muro de antes. Una de ellas saca una cámara y empiezan a hacerse fotos, y solo se oyen las risas de todas ellas juntas. Casi está anocheciendo, así que se han empezado a encender las altas farolas que adornan todo el parque.
Oigo también el sonido del agua descendiendo. Me aproximo hacia donde mis oídos me han guiado y contemplo una pequeña fuente adornada de pequeños farolillos a mi alrededor. Y allí me quedo.

SILVIA CUELLO
3º ESO B