LA FE
A Dios siempre le pido
que se mantenga siempre a mi lado.
De mi fe no me olvido
-pues rezo cada día-;
de mi mente nunca será apartado.
Cada día al despertar,
rezo mis oraciones a Jesús
para poder bien actuar;
ya que él es nuestra luz
y él, por salvarnos, murió en la Cruz.
Gracias a él seguimos vivos,
ya que su sacrificio nos salvó;
los pecados olvidamos,
aunque él no los olvidó
y este mundo pronto abandonó.
Sin la fe no somos nada,
necesitamos contactar con Dios.
Ya no creo en cuentos de hadas;
al crecer y hacerte mayor,
te das cuenta de las cosas, y sigues al Señor.
LIANA KHIMILYAR 3º ESO B
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